Llegó, posó su cuerpo y salió airosa.
En algún momento determinado la idea tenía que llegar, y ahora mismo me veo superada por ella.
No imaginaba que yo misma me iba a menospreciar y a llegar a comparar con cualquier otra persona a peor. Pero lo he hecho, y quizás me avergüence la próxima vez que recuerde esto.
Pero ahora no ha motivo alguno, la verdad es que ya no hay peligro, al menos que yo piense -aunque me lo confirmó él mismo-. Pero es comprensible mi temor, al fin y al cabo es más todo que yo.
Y no es envidia lo que lleva mi sangre, bueno quizás sí. Pero la verdad es que hay algo más. El sentimiento de que alguien me llegue a superar en algo que tanto me está costando la vida, es doloroso, taciturno...
Llegó, posó su simple ser y salió airosa, como la primera flor de la primavera.
Qué voy a poder decir yo, que no soy en el mundo más que un ser , un ser que lleva el futuro en sus manos, pero que no tiene lo que quiere.
Quizás sean pataletas de niño pequeño, pero dudo que alguien de mi edad o de cualquier otra haya llegado a sentir esto.
No recomiendo el sentirse inferior a nadie, es vagamente triste y sales poco airoso, aunque -en los primeros momentos- la razón te falla y tiendes a inclinarte al simple hecho de que tú no eres nada, y ella es más que tú. Que si es o no es, eso ya tu cerebro lo deja apartado, y lo que haces es simplemente investigarla.
Y eso es lo que estoy haciendo yo, algo tendrá que ver conmigo, tiene que tener algo, para haber llegado hasta donde llegó.
No imaginaba que yo misma me iba a menospreciar y a llegar a comparar con cualquier otra persona a peor. Pero lo he hecho, y quizás me avergüence la próxima vez que recuerde esto.
Pero ahora no ha motivo alguno, la verdad es que ya no hay peligro, al menos que yo piense -aunque me lo confirmó él mismo-. Pero es comprensible mi temor, al fin y al cabo es más todo que yo.
Y no es envidia lo que lleva mi sangre, bueno quizás sí. Pero la verdad es que hay algo más. El sentimiento de que alguien me llegue a superar en algo que tanto me está costando la vida, es doloroso, taciturno...
Llegó, posó su simple ser y salió airosa, como la primera flor de la primavera.
Qué voy a poder decir yo, que no soy en el mundo más que un ser , un ser que lleva el futuro en sus manos, pero que no tiene lo que quiere.
Quizás sean pataletas de niño pequeño, pero dudo que alguien de mi edad o de cualquier otra haya llegado a sentir esto.
No recomiendo el sentirse inferior a nadie, es vagamente triste y sales poco airoso, aunque -en los primeros momentos- la razón te falla y tiendes a inclinarte al simple hecho de que tú no eres nada, y ella es más que tú. Que si es o no es, eso ya tu cerebro lo deja apartado, y lo que haces es simplemente investigarla.
Y eso es lo que estoy haciendo yo, algo tendrá que ver conmigo, tiene que tener algo, para haber llegado hasta donde llegó.
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